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5 consejos para buscar rebollones

30 noviembre, 2012 Por Paloma 14 Comentarios

RebollonesTras las últimas lluvias, metidos ya de lleno en el otoño, la humedad por fin se ha hecho presente y nos visitan -después de muchos años de escasez- los hongos, boletus y mi seta preferida: el rebollón (también conocido como Níscalo, Esclata-sang o Rovelló).

Después de que media Valencia (todos con una arraigada afición por este «deporte») me comentara la de capazos que habían sido capaces de recoger, me fui este fin de semana a disfrutar de una fantástica mañana de sol, de aire fresco y de olor a tierra mojada, con el único fin de hacerme con algunos de estos ejemplares de sabor delicado tan preciados por los más exigentes comensales.

Sobre el tema de los rebollones hay un hondo hermetismo: Averiguar el punto exacto donde encontrarlos y cómo buscarlos es un misterio sólo visible para lugareños.

A mí me enseñó mi anterior pareja, Enrique (que en paz descanse). Durante los pocos años que viví con él, aprendí mucho de ingredientes silvestres: él amaba el campo y la naturaleza… me enseñó a diferenciar casi con los ojos cerrados un rebollón de cualquier otro especimen. A él le dedico esta entrada, esté donde esté.

Yo había intentado infinidad de veces conocer más sobre setas. Hacía años que quería aprender a identificarlas, pero cuando preguntaba la gente se desentendía. Nadie quiere ser el «chivato» que le cuente al «forastero» los secretos mejor guardados de esta invisible secta.

No es de extrañar. Yo misma me echo las manos a la cabeza cuando en cada incursión campestre compruebo la falta de respeto por nuestro patrimonio natural:
es fácil ver papeles, botellas de plástico, botes e incluso vidrio. En las zonas donde hay que adentrarse a buscar setas, no se ve tanto este tipo de basura dominguera, pero se sigue observando la falta de cuidado… y quizá lo que realmente pase sea cuestión de simple educación medioambiental: En busca del preciado hongo, muchos se echan al monte, bolsas de plástico en mano (a veces, hasta con cubos o cajones), escarban, levantan musgo, remueven la tierra… lo desbaratan todo y se marchan dejando huella (en este caso, non grata).

Como os cuento, aprendí a buscar rebollones y ahora sirviéndome de este blog me gustaría compartir unos cuantos consejos que me resultan imprescindibles para salir a ese monte que es de todos con el gusto de probar suerte. Aquí os dejo mis

5 consejos para buscar rebollones

1.- El equipo indispensable consiste en unas buenas botas de montaña, un cuchillo para cortar las setas por su base, unos guantes y una cesta de mimbre. El resto de la indumentaria, dependerá del tiempo que haga, pero estas cuatro cosas no pueden fallar. Los rebollones se reproducen por esporas. Cuando se cogen, los depositamos en la cesta de mimbre (si es posible, en la misma posición que crecen: con el tallo como base, de ese modo facilitamos que suelten sus esporas) y seguimos nuestra búsqueda por el monte. Mientras andamos, a través de la cesta se derrama el futuro del rebollón y de este modo ayudamos a que los próximos años haya «cosecha». Si los metemos en bolsas de plástico, eliminamos su «reproducción».

2.- No tengamos prisa, vayamos acompañados y provistos de algo que comer y beber que nos reponga. Hemos salido a disfrutar del campo. Si cumplimos las normas más estrictas, nos habremos levantado a las 5 de la mañana para llegar a pie de monte a las 8.00 h (el sol dificulta distinguir el rebollón con claridad, pero podéis ir a las 11 que no pasa nada). Por eso es recomendable y complementario al punto anterior, llevar varias capas de ropa, ya que por lo general hará bastante frío y humedad a esas horas, pero conforme avance la mañana, necesitaréis quitaros capas… es recomendable llevarse un pantalón y un calzado de repuesto/descanso, ya que cuando llevéis varias horas andando por la montaña, tendréis los camales de los pantalones absolutamente mojados. Teniendo en cuenta estos horarios y temperaturas, lo mejor es coger de paso una bota de vino y un bocata… o parar por alguno de los numerosos pueblos con olor a leña para agenciarse un pan de pueblo recién horneado y una botellita de caldo. Esto nos hará entrar en calor a la vuelta de una primera incursión montañera: parar para reponer fuerzas es fundamental. Y por supuesto no ir solos y compartir estos placeres en buena compañía (tened en cuenta que en el monte lo habitual es no tener cobertura en el móvil y es muy fácil perderse y/o desorientarse)

Las setas crecen en el monte, generalmente por su cara más húmeda, donde no llega el sol. Sus lugares preferidos son los escondites frescos, húmedos y oscuros. Por ello, bajo el suelo mojado es uno de los lugares perfectos para encontrarlos. Ahora os explicaré

3.- Cómo y dónde buscar para no cargaros el entorno:
En las zonas en que predomine el musgo, debéis palpar el suelo (por eso es muy importante usar unos guantes) y ver si bajo ese manto pudiera haber alguna sorpresa. Si las palmas de las manos se hunden, debajo no hay nada.

rebollones: palpar musgo

De vez en cuando, notaréis que hay un bulto: puede haber una piedra (por lo general, es lo que hay), una seta que no conocemos o un rebollón (éste fue nuestro caso).

rebollones: encontramos bajo musgo

4.- Cómo y dónde buscar para no cargaros el entorno:
En los bordes de las vaguadas y allá donde la hierba salvaje crece cayendo entre desniveles de terreno
, también pueden esconderse los rebollones. Ni se os ocurra arrancar nada: solamente hay que levantar, asomarse con cuidado… si no es lo que buscáis, volver a cerrar la cortina.

rebollones 0Si es lo que buscáis: primero podéis danzar vociferando a modo del más puro rito ancestral… (cuidado no chilléis mucho, que atraeréis al resto de buscadores a vuestra zona). Una vez calmados y vuelta la razón a su lugar: como siempre, con respeto y cuidado, cortad el tronco con el cuchillo, sin arrancar la seta…

rebollones, cortando la seta5.- Huid de las zonas escarpadas y con pendientes pronunciadas. Posiblemente las esporas que hubieran podido caer por allí serán arrastradas por las corrientes del agua en época de lluvias, por lo que es difícil que las encontréis en lugares que no tengan «remansos» donde haber descansado y germinado. Ese mismo motivo es el que nos ayuda a entender por qué otro lugar perfecto para crecer es junto a los toncos de los árboles, a sus pies: el agua arrastra la espora y encuentra un obstáculo: el tronco del árbol. Éste, a su vez, es un buen acumulador de humedad. Ambas cosas ayudan a que sea un lugar favorable. Cuando busquéis ahí, utilizad la punta de vuestro cuchillo o los dedos para levantar ligeramente la pinocha… con cuidado! Si hubiera rebollones debajo y «atacáis» despiadadamente, podéis destrozarlos solamente con el ansia de hallarlos!

Es una alegría tener el privilegio de poder disfrutar aún del monte y sus frutos, y su vida. A principio de este blog, este verano, os hablé de los incendios que arrasaron montones de hectáreas de monte, pino, carrasca y vida en la zona de Valencia primero, y luego -por desgracia- en el resto de la península. Han pasado pocos meses. El panorama actual es desolador:

quemado

Esta foto la saqué este mismo fin de semana cuando salí a por rebollones… pasé por estos parajes. Tenía el alma en un puño de ver esto… la foto desmerece el paisaje real, estremecedor y desolador… aquí antes brotaban los rebollones y la vegetación. Hoy no hay.

Desde aquí, ruego que tengamos todos -y sé que me repito, pero no me importa-: respeto, cuidado y cariño por lo que es de todos: LA VIDA. Pido un poco de sensibilidad por el medio ambiente.

Gracias.

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Archivado en: Hablamos de la buena mesa Etiquetado con: 5 consejos para buscar rebollones, buscar rebollones, como buscar rebollones, rebollon, rebollones

Comentarios

  1. paloma dice

    30 noviembre, 2012 at 9:48

    Paloma guapa, no solo nos enseñas a cocinar pero a comer y a disfrutar de la naturaleza. es que eres una caña!! Por cierto, ahora necesitamos recetas para usar los rebollones, setas (o champiñones, en mi caso). Besos

    Responder
    • Paloma dice

      30 noviembre, 2012 at 15:20

      Tranquila, todo llegará… con mis mejores recetas y con todo mi cariño. Un beso y gracias por tu sugerencia.

      Responder
  2. Leonorcita dice

    25 enero, 2014 at 20:38

    Excelente la explicación brindada. Ocurre que la gente suele ser muy desaprensiva y sucia. Aquí en Argentina ocurre lo mismo, especialmente el género masculino. Son ellos los que colocan su basura en casa ajena. Felicitaciones por todos los consejos.

    Responder
  3. corrector dice

    26 octubre, 2014 at 15:32

    Tu misma pones el enlace donde se dice bien «robellones», rebollones está mal dicho pero al final vais a conseguir cambiarle el nombre…

    Responder
    • Paloma dice

      26 octubre, 2014 at 17:53

      Hola corrector,
      En el enlace que pongo en la entrada, apuntando a «Lactarius Deliciosus», en Wikipedia, las 3 primeras acepciones que aparecen son «mízcalo», «níscalo» o «robellón» (y no rebollón). Correcto. Sin embargo, en ese mismo enlace, más hacia abajo, puedes leer:

      «Otros nombres comunes

      Se le conoce por otros muchos variados nombres dependiendo de la región geográfica:

      añísquele, anizcle, níscalo, nícalo, mízcalo, mícula o nízcalo en Castilla.
      níscalo, guíscalo, guíscano, pinatel o robullón en Andalucía.
      guíscano,
      rebollón, mizcle en La Mancha Oriental.
      rovellón, rovelló, pinetell, pinenc, rovelló d´obaga, peratxe en Cataluña y Comunidad Valenciana.
      rebollón, robellón, mizclo u hongo royo en Aragón.
      reboñuelo en el Valle del Alto Linares (Teruel).
      níscaro, lactouro o fungo da muña en Galicia.
      esne gorri o ziza gorri en el País Vasco.
      pebràs en el Valle de Albaida y las Pitiusas.
      esclatasang en Baleares y en las comarcas de l’Alcoià y el Comtat
      callampa rosada en Chile.
      pebrazo en la comarca valenciana del Macizo del Caroig.
      hongo delicioso en Uruguay.
      »

      Como verás, las dos acepciones (-rebollón y robellón-) son correctas, todo depende del uso del palabro según zona geográfica. Son nombres reconocidos oficialmente para denominar la misma seta. No pretendo cambiar el nombre a nada y agradezco las puntualizaciones sobre cualquier cosa que sea incorrecta para poder corregir y rectificar… Yo siempre la he conocido así y podría no ser correcto, pero parece que no es el caso.

      Gracias por tu participación. Un saludo,

      Responder
  4. Luis dice

    16 noviembre, 2014 at 17:51

    «Rebollón» no es sino una incorrecta traducción al castellano del valenciano o catalán «rovelló». Este término viene de «rovell» o «rovellat», óxido y oxidado respect. en castellano, debido lógicamente al color característico de esta seta.

    Responder
  5. Leonorcota dice

    16 noviembre, 2014 at 20:29

    Me encantó la explicación. Un saludo

    Responder
  6. Alejandra dice

    24 noviembre, 2014 at 18:50

    Hola, muy buen artículo. Nosotros utilizamos un truco que es leer el terreno como si estuviesemos leyendo un libro. Mirando con cuidado! Y sobretodo, una vez hemos localizado una seta buscar con cuidado a su alrededdor, suelen ir juntas al cole 🙂
    os dejo nuestra web donde podreis encontrar todo tipo de productos para ir a buscar setas http://lacasadelassetas.com

    Responder
    • Paloma dice

      25 noviembre, 2014 at 11:55

      Buen consejo! He entrado en vuestra web… no la conocía! Muy interesante! Muchas gracias por compartirla, seguro que os visitaremos a menudo! 🙂

      Responder
  7. manuel dice

    4 noviembre, 2015 at 11:45

    Hola como buen setero, estoy contigo me pone de los nervios llegar a una zona y encontrar los restos de comida, papeles , botes y hasta zapatillas rotas o incluso gafas de sol con un solo cristal, estas son las cosas que me indignan estos residuos no cuestan volver a llevárselos y depositarlos en el contenedor cuando lleguen al destino. Espero y deseo a todos los que nos gusta pasar un día de caza en busca del delicioso manjar de los montes en otoño tomen conciencia y dejen el lugar en la misma forma en que lo encontraron.

    Responder
    • Paloma dice

      4 noviembre, 2015 at 20:35

      Gracias por tu comentario, Manuel! Somos muchos los que odiamos este tipo de irrespetuosas actuaciones, que al fin y al cabo vienen a ser como echarse piedras al propio tejado, pero todavía hay mucho trabajo por hacer, mucho por concienciar, mucho por aprender y también por educar… hay un valor fundamental que alentar: respeto. Con eso, tendríamos mucho ganado. Al menos, a mi parecer.
      Un saludo y mis mejores deseos para que tengas «buena caza».

      Responder
      • juan dice

        21 noviembre, 2018 at 19:50

        Una pregunta las semillas como se forman en un sitio?

        Responder
        • Paloma dice

          24 noviembre, 2018 at 13:57

          Hola Juan,

          En primer lugar, gracias por tu interés. No tengo muy clara tu pregunta, pero según lo que intuyo, te constesto.
          Para que se formen setas en un lugar han de haber ciertas condiciones de humedad, temperatura, luz… Las setas nacen de las esporas, y si tu pregunta es cómo llegan las esporas a los lugares concretos donde nacen las setas, te puedo decir que cuando alguien (una persona o un animal) coge una seta, ésta va dejando caer esporas por el suelo, por eso es importante llevar cesta de mimbre y no bolsa de plástico. No se suelen quedar en las pendientes, porque el agua de lluvia las arrastra: por eso aparecen las setas en las riveras, las faldas de los árboles y los suelos planos.
          Si tu pregunta es más técnica, no creo que te pueda contestar. Pero seguro que encuentras más información detallada en Internet. Un saludo,

          Responder

Trackbacks

  1. ¿Dónde coger rebollones? - Casa Rural Las Dalias dice:
    8 septiembre, 2017 a las 20:08

    […] identificar a simple vista. Con todo esto y los consejos que podéis encontrar en blogs como el Tercer Brazo o Cazadores de Bolets espero que este otoño podáis disfrutar de otro de los manjares […]

    Responder

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