Justo el fin de semana anterior a la tradicional Feria de Abril sevillana, estuvimos mi marido y yo de escapadita por esas maravillosas tierras andaluzas… y -todo hay que decirlo- calurosas a más no poder, llegando a soportar los 33 grados centígrados durante esos días… ¡No quiero ni pensar cómo estarán ahora, ya en pleno verano!! Vamos, que el rebujito debe ir a «tutiplén»…
Y fíjate lo que son las cosas! Esta receta de origen árabe estaba en todas las cartas de tapeo en Córdoba y Granada, de un viaje anterior… pero no así en Sevilla! (al menos, es la experiencia personal que puedo contar).
Cuando estuvimos en Córdoba, fuimos a cenar de picoteo (un poco de esto, un poco de lo otro… muy típico!) y nos ofrecieron este plato. No lo habíamos oído ni probado jamás en la vida, la verdad, y nos insistieron en que no podíamos dejar de hacerlo. Tanto nos gustó, que pregunté la receta. Me la dijeron sin problemas. Es como dar la receta del gazpacho andaluz: todo el mundo la puede conseguir sin complicarse la existencia… vamos! que no descubres las américas…
Y está claro que el preparado que se elabora en todos los rincones andaluces para el rebozado es único, especial, diferente e inimitable, pero bueno, si nos contentamos con los rebozados que cada uno sepa confeccionar en su casa, sin pretender ser más de lo que se puede, el resultado puede ser igualmente de lo más satisfactorio: una original combinación para un plato sabroso y casero, muy mediterráneo: berenjena rebozada con huevo, frita y rociada con miel de caña (ahora fácilmente localizable en los supermercados habituales).
Ayer comí con mi padre, cosa que hago varias veces a la semana, para asegurarme de que aunque vive solo, sus casi 83 años todavía no han podido tumbar su apetito…
Casi siempre se contenta con poco que le prepare (lo que más le abre el hambre es comer acompañado). Pero el domingo comió con mi tía, su única hermana y a la que no veía desde el entierro de mi madre. Creo que no soy capaz de imaginar la mezcla de emociones, recuerdos y sentimientos que pudieron tener lugar en el transcurso de aquella comida. Sin duda los olores y los sabores nos trasladan de lugar y de tiempo: probó el domingo por primera vez la tapa que yo probara en Córdoba.
No hace falta ser adivino para saber lo que se debió «remover» internamente en la mente, el ánimo y el corazón de mi padre… y el bien que le hizo charlar con su hermana y cambiar de comensales por una vez… pero cuando ayer por la mañana le telefoneé para quedar, me preguntó si sería posible comer berenjenas fritas con miel. Quería volver a comer lo mismo! Aunque me parece más un intento de retener lo a gusto que estuvo, desde hacía tanto… Pues, nada, dicho y hecho!: Berenjenas con miel de caña! Ojalá recuperar el tiempo fuera tan fácil como hacer la receta. Al menos, he podido darle un pequeño gusto!
¿Quieres que te diga un secreto? Puede que recuperar el tiempo no sea tan difícil, al fin y al cabo… 😉
Receta Berenjenas con miel de caña
Según la forma tradicional
Ingredientes
1 berenjena
1 huevo
Aceite de oliva para freír
Sal
Miel de caña
Preparación
Cortamos la berenjena a rodajas y la salamos por encima. La dejamos un rato para que «sude» y elimine el amargor. Con un papel de cocina, limpiamos la sal y secamos la berenjena. Pasamos cada rodaja por huevo batido y las freímos en aceite hirviendo. Las escurrimos en un plato en el que habremos dispuesto un par de servilletas de papel de cocina para empapar el aceite sobrante y servimos añadiendo antes por encima un chorro de miel de caña.
Receta Berenjenas con miel de caña
Adaptación a Thermomix
40 min
Ingredientes (para 2 personas)
1 berenjena
1 huevo
800 g de agua para vapor
1 chorrito de aceite de oliva virgen extra
Sal
Miel de caña
Preparación
1.- Cortamos la berenjena a rodajas y la salamos por encima. La dejamos un rato para que «sude» y elimine el amargor. Con un papel de cocina, limpiamos la sal y secamos la berenjena. Reservamos.
2.- Introducimos en el vaso de Thermomix un huevo y lo batimos 10 seg/vel 5. Vertemos en un plato hondo y reservamos.
3.- Preparamos cuadrados film transparente para envolver las rodajas de berenjena. Una por una las pasamos por huevo y las envolvemos en estos trozos de film. Vamos colocando en el recipiente Varoma, uno junto a otro. Si nos hace falta más sitio, ponemos la bandeja interna del recipiente Varoma, que nos permite tener dos alturas para cocer a la vez al vapor.
4.- Sin lavar el vaso, añadimos el agua. Disponemos el recipiente Varoma en su posición y programamos 25 min/Varoma/velocidad 2.
5.- Mientras tanto, precalentamos el grill del horno a temperatura máxima.
6.- Una vez terminado el tiempo programado, desenvolvemos las rodajas de berenjena y las colocamos en una bandeja de horno forrada con papel de hornear. Echamos un chorrito de aceite por encima y horneamos durante 10 minutos bajando a unos 180ºC.
7.- Sacamos sobre un plato y servimos añadiendo antes por encima un chorro de miel de caña.
Yo lo probé allí, en Córdoba. Ya sabes, en un torneo de baloncesto. Nos encantó a todo el grupo.
No me extraña! Es que es una combinación ganadora… como esa que sabemos que te hace recorrer España entera jugando al baloncesto! 🙂
¡’Ay querida Paloma, no creo que seda tan fàcil recuperar el tiempo, los recuerdos si!.
A mi las berenjenas me encantan comos sea, y tengo varias recetas. Hoy precisamente comimos tortilla de cebolla y berenjenas, brocolì cocido y una ensalada de zanahoria y manzana. Que lleva pasas pero como no las tenìa no se las puse.
Ahora bien, rebozadas no las hago, ya de por si ellas son unas esponjas absorbe grasa ¡imagìnate rebozadas! un dìa es un dìa, las probarè.
Gracias por tus comentarios tan entrañables sobre recuerdos y familia. Yo desde que me vi obligada a vender la casa de mi abuelo, estoy muy sensible con todos esos recuerdos. Un abrazo
Hola Rosa, es cierto que la berenjena es una esponja, pero tiene algunas propiedades que ayudan a compensar un poco eso: el ácido clorogénico es una de ellas, ya que es un compuesto con gran capacidad para luchar contra contra el colesterol malo (LDL).
La tortilla de cebolla y berenjenas no la he probado nunca… pero lo haré en breve porque debe estar buenísima! Gracias por la idea!
En cuanto al tiempo y lejos de querer entablar un debate esotérico, me decanto por la idea de que la mejor manera de recuperar el tiempo es no perdiéndolo más! No podemos recuperar el tiempo que ya ha pasado, pero aprovechando el presente podemos recuperar el tiempo futuro (adelantarnos a no perderlo de nuevo). Otra cosa son las personas. Yo me resisto a pensar que las perdimos… como dice una amiga mía: «solo se han adelantado»…
Un placer charlar contigo, como siempre! Un fuerte abrazo.
Se me olvidaba comentar que aquì la miel de caña la llamamos melaza.
Sé que la melaza existe pero pensaba que era algo diferente a la miel de caña. Gracias por la información. Besos,
Hola Paloma,
Justo anoche cené berenjenas con miel de caña, en pleno Sotomonte, en una cueva gitana y sin dejar de escuchar el taconeo, la guitarra española y el cante flamenco… El espectáculo fue genial. Nunca lo había vivido en directo y la cena… pues mira, me acordé de lo que acababas de publicar y que yo nunca había probado antes y me dije, vamos al lío!
Bueno… ricas es poco! Las pienso hacer esta semana con tu receta para ver que tal me salen a tantos kilómetros de distancia, Ya te contaré.
Por cierto, allí me las sirvieron cortadas a la larga, forma de patatas fritas pero con las dimensiones de la berenjena. Les hice foto… ¿quieres verla? 😉
Claro que quiero verla! Pásamela y la colgaré en el apartado «Cocinado por tí», al menos para tener más referencias y aunque este caso no sea exactametne así. Sí, en muchísimos sitios las cocinan cortadas a la larga, pero yo en Córdoba (mi primera vez) las comí redonditas, como en la foto… supongo que dará igual y tal vez sea por dimensiones de la sartén o algo así!
Bienvenido!
Una caña! Qué buenas!
Besos
¿Las has hecho en casa o las probaste en algún lugar?
Gracias por el feedback! Besitos,