Es un reto para alguien como yo, acostumbrada a cocinar las suculentas recetas tradicionales, siempre acompañadas de carnes, embutidos y diferentes tipos de grasas procedentes en su mayoría del reino animal, el plantearse la posibilidad de convertir esos platos en su versión vegana, por un planeta más limpio, por una manera de comer más consciente, por una alimentación sostenible, que consiga que haya “para todos” y no solamente alimente las bocas de las clases más ricas (que no más “desarrolladas”) de nuestra amada Tierra.
Cuscús con arame
¿Sabes cuando uno quiere algo “bueno, bonito y barato”? Pues eso es un Cuscús con arame, (ya sabéis, un vegetal del mar, un alga marina… sabrosa, delicada y que ya podemos encontrar en cualquier herbolario). Buscaba una receta fácil, rica y apta para todas las dietas, incluida la macrobiótica y la vegana. Además quería que fuera nutritiva y que a poder ser llevara en el mismo plato casi todo lo necesario para una comida completa: proteína, hidratos de carbono y verdura. ¡La encontré!
¿Por qué es tan importante que en cada comida (al menos la de mediodía) incluyamos todos estos nutrientes?
Paella valenciana de pollo y conejo (vídeo)
Este es sin duda alguna el plato que más veces he tenido el inmenso placer de comer en mi vida. Y a veces el inmenso placer no es solamente el sensitivo, que también, sino el social, el de compartir, el de brindar, el de reír, el de disfrutar.
Y es que la paella es uno de esos platos que centran, que unen. Se pone una paella en el centro de una mesa y la gente solamente necesita una cuchara y una sonrisa. Lo demás, llega solo.
Alubias con almejas
No hay nada como un susto para hacernos despertar.
Eso pensé cuando hice las alubias el otro día.
Para que cuezan bien, han de tenerse varias cosas en cuenta. Las explico todas en la receta, abajo… Entre ellas, asustar a las alubias es una de las tradicionales acciones que llevan haciendo las amas de casa toda la vida. Y no es más que aplicar la vida misma a la Alquimia de la cocina.
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Arroz meloso de costillas
Hacía un mes que no publicaba nada en mi humilde espacio gastronómico particular, que tantos buenos momentos, instantes placenteros, amigos en la distancia e imágenes que acercan al empacho de la gula de comer con los ojos, me ha dado…
La vida pasa y cuando nos damos cuenta, de repente descubrimos que andamos construyendo nuestro propio océano, añadiendo gota a gota, formando una vasta ola que termina por precipitarse en un silencioso crepitar de agua… Nos descubrimos haciendo cada día las mismas cosas, a veces con un esfuerzo terrible, como si VIVIR debiera suponer un sacrificio; a veces, en plan automático, sin tiempo a sentir, a disfrutar, a admirar, a descubrir, a investigar… Solamente un objetivo: HACER. Hay que hacer, cuantas más cosas al día, mejor… Y llegar, porque el tiempo da para lo que da y desde luego no alcanza para dedicarlo a no hacer nada.