Juan Gil 12 meses 2010 tinto
Vino de la Bodega Juan Gil, situada en Jumilla, Murcia.
Características técnicas del Vino
Viñedos de la zona conocida como Tierra de Arriba, situados a 700-800 m. de altitud.
Variedad: Monastrel 100% de más de 40 años, con una productividad por cepa muy baja.
Suelos: Suelo superficial, poco profundo, calizo y cubierto por un lecho de piedras.
Vinificación: Maceracióndurante 25 días en depósitos de acero inoxidable. Fermentación maloláctica en barricas de roble francés durante 12 meses (crianza).
Alcohol: 15º.
Presentado en botella bordelesa.
Los orígenes de esta bodega nos llevan hasta el año 1916, pero es a partir del año 2002 cuando la familia retoma el viejo negocio familiar y construye una nueva bodega junto a los viñedos, en la zona conocida como «Término de arriba» y comienza esta nueva etapa.
Estamos una vez más ante una zona vinícola, junto a su vecina Yecla, desconocida y denostada por el gran público. Una pena, la verdad, porque vinos como éste y por este precio es una lástima que el gran público ignore y menosprecie. Tenemos delante un vino de gran expresividad, originalidad y frescura que define perfectamente el terruño del que procede… un vino que impresiona, que no nos dejará indiferentes y en muchos casos será una nueva experiencia. Un vino diferente o si se prefiere diferenciador.
Botella muy oscura y de calidad, etiqueta actual y discreta muy bien presentada además de un buen corcho. Color rojo picota, muy limpio y brillante, de capa media-alta y lágrima densa y de elevado color. En nariz tenemos mucha intensidad y limpieza de aromas. Por encima de todo mucha fruta, fruta negra madura, pero no dulzona, algo balsámico y mineral, aromas a monte bajo. Presencia muy bien integrada de la madera: vainilla, pimienta negra, torrefactos, etc.
Apreciamos la suavidad, la sedosidad, la redondez de su paso por boca. Volvemos a reencontrarnos con las sensaciones que habíamos identificado en nariz: compensación entre la madera y la fruta, con predominio de esta última; notas de monte bajo: tomillo, romero, etc. (algo que debería pedirse más a menudo en los vinos de las zonas mediterráneas); aromas balsámicos: menta, eucalipto. Taninos dulces y agradables. Acidez no muy marcada pero suficiente para compensar la dulzura presente en el tanino. Buena estructura y complejidad, lo que le da amplitud al vino (se despliega en boca y nos envuelve). Todo esto nos da cierta sensación de carnosidad en el vino. Final largo, goloso, sabroso.
Estas notas balsámicas junto a la buena acidez hacen que el vino entre en boca de forma ligera, elegante, y nos envuelvan sus aromas y sabores de forma contundente pero con suavidad. Lo que contribuye a que no canse pese a su alta graduación e invita a seguir y seguir bebiendo.
Un gran vino. Un vino sorprendente, que no deja indiferente a nadie. Una de las mejores botellas que podemos degustar y disfrutar en este país. A lo que añadimos su gran relación calidad precio. Y lo que es mejor: ya son varias añadas, más bien muchas, en la que este vino no baja el listón. Su precio está por debajo de los 10€. Simplemente ¡Maravilloso!
Deja una respuesta