Esta receta de dulce de membrillo la hago hace varios años. Hasta ahora lo había hecho siempre a la manera tradicional. Desde que tengo la Thermomix no hace falta que os cuente cómo lo hago: sale igual o mejor.
Mis abuelas lo hacían las dos y yo creo que en todas las casas alguna vez lo han elaborado por su facilidad de preparación, su tiempo de conservación (dura meses en la nevera), su sabor y sus propiedades.
Sin embargo esta receta me la pasó mi querida amiga Natalie, una gran aficionada a la cocina (pero a la buena cocina, a la cocina sana y natural), gran defensora de todo lo que tenga vida propia, entusiasta con cada cosa que hace, alegre y transmisora de una filosofía de vida basada en darlo todo y querer pasar desapercibida… Un día que nos invitó a comer a varios amigos había preparado un montón de cosas buenas y entre aquellos manjares que nos ofreció había un membrillo que quitaba la cabeza! Yo le pedí por favor la receta exacta. Ella me la dió para elaborarlo con Thermomix y para elaborarlo sin Thermomix (yo entonces no la tenía). Ahora os paso esta misma receta a vosotros.
Por cierto, Nat al final se abrió un negocio propio:
“Entulínea“ Calle Casinos, 2, en Lliria (Valencia).
Si vas por allí, te garantizo que estarás en las mejores manos: te dará buenísimos consejos de alimentación y ejercicio para perder los kilillos que te puedan sobrar y/o mantenerte estupendamente!! Y además podrás conocerla en persona… ¡todo un placer!
Ahora, os apunto todo lo que ella me facilitó cuando solamente le había pedido una sencilla recetita de 3 pasos de realización:
Aunque no lo parezca el membrillo es un fruto con mucho agua, ya que posee un 86,4% de la misma en su composición. Ese es el motivo por el que no se añade líquido en su preparación: ya suelta la suficiente por sí mismo. Si añadiéramos agua, luego habría que evaporarla a base de largo tiempo de cocción. Ahora bien, si se hace el membrillo en una olla normal (no exprés) tendremos que añadir líquido para que no se pegue.
Los membrillos tienen calcio y potasio, así como muy pocas calorías, 27 por cada 100 g. Eso sí, una vez se transforma en dulce pasa a tener 215, ya que 100 g de azúcar tienen 373 calorías y aquí vamos a utilizar casi un kilo.
No pelamos el membrillo porque su piel (y en las pepitas) posee la mayor cantidad de pectina, un espesante natural, utilizado en la fabricación industrial de repostería. Por otra parte, el limón también tiene esta sustancia:
La pectina, que es una fibra suave que no se asimila sino que pasa a través del intestino absorbiendo agua y entonces se hincha y hace de tapón evitando que se pierda agua por el intestino, de esta manera frena las diarreas. Si la pectina se oxida aumenta su capacidad para absorber agua. Por eso se acostumbra a combatir la descomposición estomacal con manzana rallada, por ejemplo (que también posee este componente y oxida rápido al ser pelada).
El membrillo es una de las frutas con más fibra. Eso lo convierte en fantástico regulador intestinal y sirve para contrarrestar el estreñimiento. Por tanto, aunque parezca una paradoja el membrillo sirve tanto para frenar las diarreas como para combatir el estreñimiento.
Es ideal como postre, servido acompañando un queso curado y frutos secos (membrillo con queso Idiazábal, un clásico)… Y cara a Navidad, muy recomendable: tened preparado en la nevera, para un montadito rápido o un postre que no os complique la vida si no queréis enfangaros con más preparaciones…
Receta Membrillo
Según la forma tradicional
Ingredientes (para algo más de 1 kg de membrillo)
1 kilo de membrillos
1 kilo de azúcar blanquilla
1 decilitro de zumo de limón = 10 cucharadas
Preparación
1. Lavamos los membrillos debajo del agua fría frotándolos bien con los dedos para eliminar toda la “pelusilla” que los recubre y que, a veces, puede ser muy abundante. Los secamos.
2. Encima de una tabla de cocina y con un cuchillo grande de los de cortar carne, bien afilado, los cortamos por la mitad a lo ancho, y troceamos cada una de estas porciones en cuatro.
3. Ahora, con un cuchillo pequeño, de los llamados “patateros”, pero también muy afilado procedemos a retirar el corazón leñoso y las pepitas. En la elaboración del membrillo lo que más cuesta es realizar esta operación porque esta zona central es muy dura. Retiramos también cualquier parte fea que pueda llevar el fruto en su interior. Los membrillos aunque estén muy sanos y bonitos por fuera a menudo están algo picados por dentro.
4. Ahora los pesamos y pesamos la misma cantidad de azúcar.
5. En una buena olla superrápida o una cacerola de las que no consumen agua volcamos primero el zumo de limón, y encima la fruta y el azúcar.
6. La tapamos y, a fuego mínimo, la calentamos hasta que todo el azúcar se haya solubilizado y esté en forma de almíbar clarito.
7. A continuación, si se trata de la olla superrápida la tapamos con su tapadera de presión y cocemos durante 5 minutos con las dos rayitas de la válvula de presión fuera.
8. Cuando la olla se pueda abrir echamos una ojeada a su interior. Si hay mucho líquido, cocemos de nuevo el conjunto pero ahora a fuego fuerte y destapada para eliminar este exceso de agua.
9. Cuando veamos que se ha reducido procedemos a triturar esta mezcla con una buena trituradora hasta obtener una pasta suave y homogénea.
10. La volcamos preferentemente en una caja de plástico alargada tipo tupperware alisando su superficie con una espátula lisa y la dejamos enfriar para que cuaje.
11. Al día siguiente estará completamente sólida. Tapamos entonces el recipiente con su correspondiente tapadera.
Receta Membrillo
Adaptación a Thermomix
60 min
Ingredientes (para algo más de 1 kg de membrillo)
1 limón de 80 o 100 g muy bien pelado y sin pepitas
Entre 800 a 1000 g de membrillos ya limpios (lo que pesen 4 membrillos limpios)
350 g de azúcar blanquilla
350 g de fructosa
Preparación
1.- Pelar el limón quitándole toda la parte blanca que es la que amarga y las pepitas y echarlo en el vaso.
2.- A continuación lavar muy bien los membrillos debajo del grifo frotándolos con los dedos o con un cepillito para quitarles la pelusilla.
3.- Secarlos con un paño, y encima de la tabla de cocina y con el cuchillo de cortar carne bien afilado cortarlos primero por la mitad y luego cada mitad en otras 2 partes.
4.- Ahora, con el cuchillito “patatero” también llamado “puntilla” quitar a cada trozo las pepitas y el corazón que es durísimo, como pedregoso: tener cuidado para no cortaros. Dejamos la piel. Si vemos algún punto de la piel estropeado, lo retiramos.
5.- Una vez limpios los membrillos, conectamos la balanza de la Thermomix. Echamos la mitad de los membrillos y sobre ella, la misma cantidad de azúcar.
6.- Programamos vel progresiva 5-10, introduciendo además la espátula a través del bocal para ayudar a triturar. Cuando veamos que ha bajado el volumen, abrimos de nuevo.
7.- Ponemos la balanza a cero de nuevo: introducimos en el vaso el resto de membrillos y según el peso que nos de, restaremos unos 150 g del total y esa medida es la que añadiremos de fructosa (según explicado en NOTA, en los ingredientes). Programamos 30 min/100º/vel progresiva 5-10, ayudándonos de nuevo con la espátula a través del bocal.
8.- En cuanto veamos que ya giran las cuchillas sin problemas, retiraremos la espátula definitivamente, pondremos el cestillo (para ayudar a evaporar antes) y bajaremos la velocidad a 5.
9.- A medida que el membrillo se va cociendo, va espesando y habrá que ir subiendo la velocidad hasta llegar a la máxima. Cuando veamos que en esta velocidad la preparación ya está densa (es decir, paramos la máquina, abrimos y sacamos una cucharada, la volcamos y no cae el membrillo), entonces el membrillo estará listo para volcarlo en el recipiente donde vayamos a guardarlo. Notaréis enseguida como al volcarlo hace plaf y prácticamente se queda sólido aunque está todavía muy caliente. Al enfriarse se endurecerá mucho más.
supongo que , aunque lleve azucar, es sano por la composicion en fibra? Por cierto, como son los membrillos. Yo creo que no los he visto nunca. Besos
Sí, es sano por la fibra, porque es un regulador intestinal natural, gracias a la pectina y los taninos que encontramos en su composición, además de ser una fuente de vitaminas A y B, que hacen que el membrillo esté indicado en gastritis, úlceras gastroduodenales, faringitis, bronquitis, resfriados, etc.
El azúcar se puede sustituir en su totalidad por fructosa (yo lo he probado y sale igual de bueno).
¿Y cómo son? Ahora mismo te pongo un enlace con wikipedia, que tienes fotos… no tengo en casa ninguno ahora, sino te colgaba una foto mía! De todos modos lo dejo pendiente para cuando me sea posible. Ahora es la temporada… son fáciles de encontrar (al menos en Valencia).
Gracias por tu comentario. Un beso,