Hace poco más de un mes estuvimos de nuevo por Andalucía. Quienes hayáis estado, convendréis conmigo en que si hay una ciudad en España que emane color y alegría de un modo especial por cada rincón, esa ciudad sin ninguna duda es Sevilla.
Es una ciudad que no se puede contar, ni describir. Es necesario «vivirla».
Tras la Semana Santa Sevilla se engalana todavía más y viste con farolillos y volantes sus calles; los caballos lucen elegantes en procesión, enganchados a los carros… Y mientras suenan palmas y giran los lunares de los trajes flamencos, mientras claveles y peinetas adornan la fiesta, la Giralda -campanario de La Catedral de Santa María de La Sede-, simplemente permanece.
Nos hemos bebido su música y nos hemos bailado sus tapas. La gente engancha, arropa… contagia el ambiente!
El barrio de Santa Cruz nos cautiva, el barrio de Triana, nos descubre las mejores aceitunas que jamás hemos probado, con el aliño de la tierra que albergó otras culturas (el comercio era «Doña Aceituna» y ni que decir tiene, que cargamos con varias «muestras de ellas»…)
Buscamos saber más de esta tierra y sus frutos, y topamos con una experta enóloga que nos regala una iniciación a la cultura de los vinos de la zona. Nos presenta el fino, la manzanilla, el amontillado, el oloroso, el palo cortado, el pedrojiménez, el moscatel, el Pale Cream, el Medium y el Cream. No es necesario que os diga que nos llevamos también algunas otras muestras de estos productos a casa para poder seguir aprendiendo a base de insistir en oler y probar aquella delicia… 🙂
De esos vinos, dos son los más conocidos a nivel internacional: el fino y la manzanilla…
Y el vino también crea tendencias! Resulta que la manzanilla tal cual ya no se consume como antaño. Según nos comentaron, son las personas más mayores quienes aún la piden. Pero hoy en día se impone otra moda para degustarla y es lo típico durante la feria de Abril Sevillana (y curiosamente solamente durante esta fiesta): se mezcla muy muy fría, con Seven Up! Y se llama «Rebujito«. Tiene gran aceptación popular y la verdad es que en una ciudad con tanta calor como hace en Sevilla, no es de extrañar!!! (33 grados tuvimos en el puente de Mayo… ¡en verano, no lo quiero ni pensar!!) …Por supuesto que apetece algo fresquito y diferente! Así que os lo he traído conmigo!
Un consejo os doy, basándome en el comentario que nos hizo la enóloga de que os hablaba:
Como pasa con todos los vinos, hay manzanillas baratas y caras, mejores y peores… Y hacer un rebujito con una buena manzanilla, es un crimen!! En los supermercados habituales hay manzanillas normalitas, de precios muy asequibles… para el rebujito, suficiente!
Receta Rebujito
Según la forma tradicional
Ingredientes (para 1 jarra de litro)
1/2 litro de manzanilla
1 bote de 330 ml de refresco Seven Up
Hielos (muchos, hasta completar la jarra)
Unas hojas de hierbabuena (opcional)
Preparación
Introducir todos los ingredientes en la jarra y servir. Así de fácil!
Estoy contigo Paloma: ¡está buenísimo! A nosotros nos explicaron que la razón de ser del rebujito (aparte de que es muy refrescante) está en el hecho de que se pasan muchísimas horas en la Feria y no puedes estar bebiendo fino o manzanilla todo el tiempo, si no quieres salir «a gatas». Con el rebujito se consigue refrescarse y tomar menos alcohol. En casa, lo preparamos mucho en verano y animo a probarlo
Pues tiene todo el sentido del mundo! Es de una lógica aplastante! A mí lo que me llamó la atención fue la combinación… y sí que está suave y refrescante! Además los finos y las manzanillas se pueden tomar desde el aperitivo y continuar con ellos durante toda la comida. De ese modo, se evitan las mezclas que también hacen estragos.
Gracias por tu comentario, Ana. Un beso,