Esta receta tiene su historia personal, como casi todas las que he ido publicando en el blog durante los tres años que llevo subiendo suculentos preparados, la mayoría «adoptados», muchos «adaptados» a mi gusto y otros -contados con los dedos de una mano- «innovados» por una servidora. Los de la primera categoría, entran directamente a formar parte de mi familia particular de descubrimientos culinarios… este es uno de ellos.