Una de las primeras recetas que publiqué a los pocos meses de abrir este blog, fueron las nueces rellenas, una receta tradicional de la zona donde yo nací, que mis abuelas preparaban cada Navidad para endulzar todas las sobremesas familiares, y que fijaron en mi memoria momentos irrepetibles.
Cuando las publiqué, lo hice en versión «para singles«, con motivo de otro tipo de celebración más íntima, que no requería hacer una bandeja de cuarenta nueces, que son las que en este caso vamos a preparar. En aquel entonces, prometí que en fiestas navideñas (que es cuando más gente nos reunimos alrededor de las mesas) daría las medidas para elaborar una cantidad que cundiera.