Acabo de releer mi resumen personal del 2016. Cuando lo escribí no sabía lo que me esperaba el año que entraba (como todos, claro). Tenía un montón de ideas y un sinfín de “revuelo” particular para poner en marcha… mis ideas y mis criterios se estaban ordenando de nuevo (como sucede a lo largo de los años en la vida de uno, según se va aprendiendo, experimentando, procesando…). No contaba con el “factor sorpresa”, la cuenta de “gastos extraordinarios”, el “aquí te pillo aquí te mato” que tanto me mola a mí cuando va de buen rollito… y me pilló por sorpresa: cáncer.
Cóctel de piña y balance de 2013
Antes de colgar este post me he paseado un rato largo por Internet. He visto y leído varios resúmenes del año que mañana acaba. Esta es mi particular visión: