He preparado esta tarta de chocolate San Valentín para celebrar el día de los enamorados, cayendo en el más absoluto borreguismo. No entiendo cómo me he dejado arrastrar por esta excusa a bombo y platillo de exprimir los agujeros de los bolsillos esperando que nos caiga un beso!!
Rodeados de necesidades creadas absolutamente incongruentes, ciegas y superficiales, ha llegado el día señalado y hay que celebrar… pero el qué?
Si nos preguntamos la definición de estar enamorado, posiblemente obtengamos respuestas contundentemente distintas según de dónde vengan: para unos existe una lista de nombres de sustancias, tales como la endorfina, la oxitocina, la feromona, testosterona… que reaccionan químicamente actuando como neurotransmisores y que son la causa única y última por la que rebolotean mariposas en nuestro estómago. Para otros, es el estado más sublime de acercamiento entre dos seres humanos a todos los niveles. En este último caso el asunto viene del corazón, pinchado en vena, imposible de controlar e inútil de negar.
Sea como fuere forma parte de la vida, del día a día, de nuestra condición y de nuestra especie… Y cuando uno está enamorado -corregidme si me equivoco- lo está de la propia vida, del aire que respira, de los sentidos… todo el SER se siente eufóricamente en armonía con todo… ¿por qué dedicar un día en exclusiva a celebrar este «estado»? Si realmente consigues sentirte tan bien, simplemente hay que disfrutarlo, cada uno de los instantes que dure esa sensación. No hace falta comprar regalos, ni salir a cenar, porque «toca». El amor no se puede comprar (los besos, sí… pero esa cuestión es otra…)
Digo yo, que para dar un regalo a la persona que amas, no es necesario esperar al 14 de febrero… Digo yo que para preparar una comida o un postre especial, con el que endulzar una sobremesa y permitir que se prolongue la charla, no hace falta que haya un día señalado… así que reitero: en un puro borreguismo y habiendo demostrado inicialmente una total falta de romanticismo por mi parte, os dejo esta tarta de chocolate San Valentín -exquisita, por cierto- para dos… para que -queriendo remediar in extremis no querer celebrar este día impuesto- la podáis compartir con quien os parezca… y para que la podáis hacer cualquier día del año, simplemente por disfrutar de su sabor. ¿Os hacen falta más razones? 😉
Receta Tarta de chocolate San Valentín
Según la forma tradicional
Ingredientes
45 g de galleta integral
15 g de mantequilla
50 g de chocolate para fundir
185 g de leche (la que suelas gastar, puede ser vegetal)
1/2 sobre de cuajada
1/2 sobre de café descafeinado soluble
Preparación
Trituramos la galleta y la mezclamos con la mantequilla. Cubrimos el fondo de un molde de corazón para tarta individual (unas 2 raciones), previamente untado con aceite o forrado con papel de hornear. Presionamos la mezcla de la galleta con la mantequilla y horneamos unos 8 minutos. Sacamos y dejamos enfriar.
Troceamos el chocolate y lo derretimos a fuego lento, sin dejar de remover para que no se pegue en el fondo del cazo. Para que sea más fácil, añadimos un chorrito de la leche que tenemos preparada y removemos bien hasta comprobar que todo el chocolate está derretido. Entonces agregamos el resto de la leche, el café descafeinado soluble y la cuajada y seguimos removiendo hasta conseguir que toda la mezcla tenga el mismo color. A fuego lento, lo dejamos cocer sin dejar de dar vueltas con una cuchara de madera, durante unos 10 minutos.
Sacamos y vertemos la mezcla de chocolate sobre el fondo de galleta, en el interior del molde. Dejamos enfriar y cuando haya perdido temperatura, cubrimos con papel transparente o con papel de aluminio para que la superficie no se reseque y reservamos en la nevera durante 4 horas, para que cuaje bien. Desmoldamos y decoramos a nuestro gusto, con nata, con virutas de chocolate, o como más nos apetezca.
Receta Tarta de chocolate San Valentín
Adaptación a Thermomix
15 min aprox + 4 horas de nevera
Ingredientes (para 2 personas)
45 g de galleta integral
15 g de mantequilla
50 g de chocolate para fundir
185 g de leche (la que suelas gastar, puede ser vegetal)
1/2 sobre de cuajada
1/2 sobre de café descafeinado soluble
Preparación
1.- Ponemos las galletas en el vaso y trituramos 5 seg/vel 8.
2.- Añadimos la mantequilla y mezclamos con la galleta picada, programando 5 seg/vel 5.
3.- Vaciamos el contenido del vaso en el interior de un molde individual con forma de corazón y con capacidad para 2 raciones, previamente forrado con papel de hornear. Presionamos con el cubilete para que la base quede compacta y horneamos unos 8 minutos aproximadamente. Sacamos del horno y reservamos.
4.- Sin lavar el vaso, ponemos el chocolate troceado y trituramos 15 seg/vel progresiva 5-10.
5.- Añadimos la leche, la cuajada y el café descafeinado soluble y cocemos 10 min/100ºC/vel 3.
6.- Dejamos enfriar un poco, vertemos sobre la base de galleta compactada e introducimos en el frigorífico durante un mínimo de 4 horas hasta que cuaje. Desmoldamos y decoramos a nuestro gusto, con nata, con virutas de chocolate, o como más nos apetezca.
Confieso mi «borreguismo» total y absoluto. El 13 de agosto pasado cumplí 52 años de «feliz matrimonio» aunque resulte cursi y aborregado, no me importa. El amor no tiene edad, si etapas distintas. Y puedes amar muchas cosas, la vida, las flores ¡guisar! leer, en fin la lista es larga. Todavía no he leído la receta, después te digo.
Hola Rosa! Me alegro de leerte de nuevo!
Felicidades por tu matrimonio… Yo no digo que sea cursi (y si lo es, al interesado supongo que le debe importar bien poco), sino que no entiendo por qué todos tenemos que celebrar algo porque sí, un día determinado (que alguien -que no hemos sido nosotros- ha marcado…) Yo creo que hay que celebrar todos los días (siempre hay algo para celebrar)! Pero cada uno debe celebrar su etapa, su manera, su fecha, sus recuerdos, su ahora… y no todos a comprar regalito el mismo día, porque este día es el que es! Ese es el borreguismo al que me refiero y al que me cierro en banda! Me parece superficial a más no poder, sin querer ofender a nadie.
En cuanto al amor…: ¡y tanto que no tiene edad! Es más, en mi modesta opinión creo que no sobreviviríamos sin él! Y por supuesto que podemos amar muchas cosas, por eso invito a comernos esta tarta en cualquier ocasión y no solamente en el día de los enamorados… ¡seguro que encontramos miles de motivos!!
Al fin y al cabo, creo que estamos diciendo las mismas cosas con lenguaje distinto!! Un beso, y gracias por hacernos pensar y valorar!
1/2 sobre de cuajada. Ahí si me agarraste fuera de base, por estos lares la cuajada es de leche pero en sobres no se consigue, si es lo que creo que es.
Bueno, si lo que puedes conseguir es cuajada de leche, quiere decir que dispondríamos de la leche ya cuajada. Lo que buscamos con el sobre de cuajada es conseguir esto mismo, pero con la mezcla de leche y chocolate de base, quedando al final la textura de la tarta como si fuera cuajada, pero con un sabor… ¡Uf!
Se me ocurre que podrías utilizar otro espesante, como por ejemplo láminas de gelatina o -en plan sanísimo y vegetal- algas agar-agar (supongo que esto sí puedes encontrarlo en herboristerías, ¿no?: son un tipo de alga que -para estos efectos espesantes- se venden en polvo y su efecto es exactamente igual que la gelatina). No he probado así, pero puede que salga bien… todo es cuestión de probar! Si lo hago yo, te diré cómo me queda.
Siento no acertar con los ingredientes últimamente… está claro que hay muchas cosas de las que no podemos disponer del mismo modo, pero puede ser un reto: intentar encontrar sustitutos ¿no? Si pruebas tú, ya me cuentas. Un beso y muchas gracias por participar, como siempre!
Aquí va otro comentario, usaré café soluble vulgar y silvestre, yo no uso el descafeinado y te diré porque. Para quitarle la cafeína utilizan un proceso químico que no es nada sano, es menos dañina la cafeína si no se abusa. Tampoco uso para nada la margarina, por la misma razón. Los aceites vegetales que se usa para hacer margarina también pasan por un proceso químico para solidificar las grasas. Las calorías son las mismas que la mantequilla, pero tiene vitamina A. el quid está en no abusar. «De todo el uso y de nada el abuso» como decía mi abuelo.
Hola de nuevo Rosa,
Gracias por este comentario… no tenía idea del proceso al que se sometía el café para tratarlo y conseguir quitarle la cafeína, y agradezco que me lo hayas dicho. Intentaré informarme al respecto.
Sobre la margarina, sí que lo sabía. Jamás utilizo margarina: es «plástico» puro. Aunque digan que es «vegetal» y nos engatusen con calificativos como «natural», «vegetal», etc, la verdad es que es de las cosas más insanas que hay en el mercado.
Por cierto, tu abuelo, era muy sabio 😉
Un abrazo, Rosa
Bonita idea para este día.
¡Y para todos los días que te apetezca!!! Gracias, Dilam. Espero que la hagas y la disfrutes. Saludos,
Hemos recibido una foto de Maite, que ha hecho esta receta para el día de hoy. Nos encanta recibir vuestros comentarios y vuestras fotos. Os animamos a cocinar, a divertiros, a distraeros, a disfrutar, a saborear, a oler, a fotografiar, a aprender, a compartir… ¡Gracias Maite!
Podéis ver la foto de Maite pinchando aquí
Gracias guapa!
Paloma, no puedo estar más de acuerdo con tus reflexiones en torno a S.Valentin. Ahora viene la fiesta del Padre y así sucesivamente…No está mal que tomemos consciencia de quienes son las personas importantes en nuestra vida, otra cosa es que eso esté vinculado a incentivar el consumo. La tarta, para cualquier dia que queramos celebrar la vida con nuestros seres queridos, buenísima!
Gracias Bernardo!! Una grata sorpresa encontrarte por aquí!
No sé si has hecho la tarta, pero de no ser así, te la sugiero, para cualquiera de esos días a los que te refieres… ¡esa es la idea!
Gracias por tu aportación. Un abrazo,